sábado, 3 de mayo de 2014

The Blind Side

A los mexicanos se les da bien el decir que son muy católicos (esto es que siguen los mandamientos cristianos) cuando que solo son fanáticos religiosos. Hacen mucha gala de sus obras de caridad y de piedad. Los mexicanos se dan muchos golpes de pecho para hacer alarde de las limosnas que dan… Pero desgraciadamente no existe dentro de la sociedad mexicana (sin importar el nivel socioeconómico) la cultura de la filantropía. A diferencia de la sociedad norteamericana en la que la filantropía (que no la caridad) es una forma de vida, natural y cotidiana, al igual que la adopción.

Los mexicanos se ufanan de hacer muchas obras de pobre caridad, pero México sigue siendo una nación basada en un catolicismo intolerante y autoritario, cuestionable cuando no francamente condenable. México es un país en el que la caridad solo es aceptable cuando se hace hacia aquellos que “dictan las buenas costumbres”, pero inaceptable cuando se da hacia quienes la iglesia ve con malos ojos.
Por desgracia, los mexicanos no son una nación católica ni religiosa… por desgracia son un pueblo fanático y prejuicioso, y “la violencia no se arma, nunca, sin esos compañeros de viaje”.

Tengamos presente que la Iglesia Ortodoxa se está asociando criminalmente para animar la matanza, literalmente, de los jóvenes que no comulgan con sus ideas; y esto, ante la permisividad de la Iglesia Católica, que al no condenar estos hechos, los apoya de facto.
Recuérdalo la próxima vez que asistas a la Iglesia, si vas a dar el diezmo (la llamada “limosna”) para apoyar las actividades de la Iglesia, bien podrías mejor darle una pistola para que siga matando a nuestros hijos.

La religión es buena, siempre; la Iglesia muchas veces es condenable.



“Si le das esperanza, oportunidad y amor… cambias su vida.

Sal allá afuera, haz algo, lo que sea, aunque sea algo pequeño, haz algo bueno ¡Crea la diferencia!”

Leigh Anne Tuohy
The Blind Side



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