de las mujeres. Cada mujer desarrolla de manera diferencial,
como todos los oprimidos, el potencial de poder surgido de
lo que da al opresor. Así, bajo la dominación, los oprimidos
son poderosos porque tienen aquello de lo cual carece, a la
vez que necesita, quien tiene atributos considerados esencia
del poder.”
Los cautiverios de las mujeres; madresposas, monjas, putas, presas y locas.
Marcela Lagarde
(extracto en Espacio Feminista)
¿Cuántos años son necesarios para reconocer el derecho de la mujer a decidir por sí misma y sobre sí misma?
¿Medio siglo? ¿Cuarenta años serían suficientes?
Al parecer, no.
Así que debemos seguir insistiendo sobre el tema. Es irracional que en un país como el nuestro, o para el caso en cualquier otro país, en este siglo XXI, aún sigan los políticos viviendo en el oscurantismo y, lo que es peor, obligando a la población a vivir en ese oscurantismo. Sean de la corriente que sean pero, en este caso, los azules del PAN se van dando vuelo con hipócritas golpes de pecho de por medio.
Me niego a ser parte de este absurdo.
Valery Giscard d’Estaing, indudablemente un estadista, y no un titiritero.
Copio a continuación el artículo publicado este lunes 19 de julio por Lydia Cacho, y otro publicado por el profesor Juan María Alponte el 31 de agosto del 2008, y por último una nota publicada el miércoles 21 de este mismo julio (resumo los tres) (los resaltes son míos)
Nota: tanto griterío por lo que pasa allende la frontera, en Phoenix, y ¿de brazos cruzados por lo que pasa acá al lado, en Guanajuato?
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Lydia Cacho:
“Muertas, presas o sumisas, parece ser el eslogan político del gobernador de Guanajuato Juan Manuel Oliva, adalid de la ultraderecha que pretende crear en Guanajuato el modelo de políticas públicas que una facción del PAN quiere para todo México.
Guanajuato es el estado con el más alto índice de suicidios del país. Cientos de jóvenes se han quitado la vida luego de enfrentarse a relaciones violentas sin salida, a un ambiente sociopolítico represor, persecutorio, que les arrebata alternativas de vida y libertad. El asesinato de homosexuales y la hostilidad en su contra han sido documentados. Coludido con el congreso estatal, el gobierno de Oliva se niega a aprobar la ley de acceso a las mujeres a una vida libre de violencia, que por decreto federal todos los estados aprobaron. Ser mujer o joven en Guanajuato es un peligro y el estado hace todo para acotar libertades y limitar la educación, con un tinte religioso ortodoxo.
Contraviniendo la norma oficial de la Secretaría de Salud, el gobierno prohibió la venta de anticonceptivos de emergencia en el 2009, promueve la abstinencia, desacredita el uso del condón y de anticonceptivos. El reportaje de Cristina Pérez en EL UNIVERSAL (“Guanajuato: sin derecho a disentir”) revela que en 2007 se registraron 81 mil 103 embarazos adolescentes en Guanajuato, y para 2009 el número ascendió a 97 mil 700. Asegura que 190 mujeres fueron denunciadas por abortar y nueve se encuentran en prisión purgando penas por homicidio, como producto del aborto. Primero les quitan la educación y protección y luego las castigan por no tenerla ni usarla.
… A pesar de las estadísticas el gobierno panista decretó la desaparición de los Centros de Atención a Víctimas bajo el precepto de que las mujeres deben aprender a convivir y evitar el divorcio. Así, el gobierno de Oliva envía el mensaje oficial de que la violencia intrafamiliar es permitida y que los maridos tienen derecho a maltratar a sus parejas impunemente como si se tratase de un asunto privado.
Hace años que la sociedad civil de Guanajuato ha denunciado la creciente represión en el estado que prohijó a Vicente Fox y que cuenta con vehementes representantes de la organización de ultraderecha El Yunque.
La directora del Instituto de la Mujer habló sobre falta de valores morales ejemplificando los males sociales con mujeres que se hacen tatuajes. El gobernador Oliva le respondió, no por defender la libertad de las gobernadas, sino porque sus hijas están tatuadas y aseguró que su prole sí tiene valores. Y si las hijas del góber pudoroso vivieran violencia doméstica, ¿aprobaría la ley? O si abortaran, ¿defendería el aborto?
Los gobiernos de Guanajuato y de Jalisco proyectan, y transforman en norma, una forma de pánico moral religioso trasnochado producto de la ignorancia. Es un falso conservadurismo propio de cacicazgos con una rigidez moral que imponen a la sociedad, pero que ellos no están dispuestos a asumir en lo personal y familiar. México ha reconocido como un problema de salud pública el grave el daño causado en mujeres, hombres e infantes por las dinámicas de la violencia dentro del hogar. Oliva y la facción que controla Guanajuato aplican una política regresiva plagada de ilegalidades contra la población, eso es lo verdaderamente inmoral”
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Juan María Alponte:
“El 30 de julio de 1943, en la Francia de Vichy, “gobernada” por el mariscal Petain bajo estricta vigilancia del Ejército nazi que ocupaba el país, una lavandera fue ejecutada por haber abortado. La ley que definía ese acto era de 1920. El muy cristiano mariscal aceptó la ejecución. En 1971 Simone de Beauvoir —la compañera de Sartre el filósofo—, Delphine Seyring, Francoise Fabian, Christine Rochefort y otras 339 mujeres, en su mayoría célebres, reconocieron, en un escrito explosivo, que ellas habían abortado y, por tanto, estaban a disposición de la justicia. Decían: “La clandestinidad y las condiciones en que abortaban las mujeres son una infamia”. En 1972 el Tribunal de Menores de Bobigny juzgó a una joven de 16 años, violada, que abortó. La madre, que había sufrido lo mismo, asumió, ante el tribunal, su responsabilidad: “Jamás permitiría ver a mi hija sufriendo el calvario que yo conocí”. La reacción social fue de tal magnitud que Marie-Claire fue exculpada. “La ley —dijo la abogada Halimi— es mala, inmoral y caduca”: “mauvaise, inmorale, caduque…”.
El presidente Valery Giscard d’Estaing, católico y centrista, reconoció que no podía continuarse así. En sus Memorias lo explica: “El problema del aborto era difícil de tratar para mí. De educación y convicción católica, y muy ignorante de los datos médicos y sociológicos, había asistido, como todos, a la escalada en intensidad del problema… Las legislaciones liberales existían ya en los países vecinos, Inglaterra, Holanda, Suiza, que permitían a las mujeres (francesas) de condición elevada, con un rápido ir y volver que permanecía en el anónimo, resolver sus problemas. Las otras eran reducidas a la clandestinidad y al recurso de medios degradantes para la dignidad femenina y que comprometían, a menudo, su salud y dejaba secuelas sicológicas durables…
…No se podía permanecer así. La ley civil debe ser compatible con el estado real de la sociedad. No se trataba, como se ha dicho, de approuver el aborto, sino de transferir a la responsabilidad individual una parte de lo que era, hasta entonces, la ley colectiva. Cada uno debía respetar los imperativos de su conciencia o de su fe, pero no decidir por los demás”. Su ministra de Salud, la memorable Simone Veil, condujo el largo y áspero debate en la Asamblea francesa. Dice el presidente Giscard, que lo siguió con detenimiento. Simone Veil fue insultada y maltratada y, finalmente, cuando la vio llorar en la Cámara, la noche de la aprobación de la ley sobre el aborto, sintió que algo enorme acontecía: “Su imagen, llorando, conmovió —dice— a la opinión. Había sido tratada groseramente en un debate que, por otra parte, no había dejado de tener dignidad. Estaba rota de fatiga…”.
El jefe del Estado francés se entrevistó, sobre la ley del aborto, con dos papas, Pablo VI y Juan Pablo II. “Me hablaron de su ‘preocupación’, pero yo sentí que era réprobation; más marcada, todavía, en Juan Pablo II”. El hombre de Estado les dijo: “Yo soy católico, pero soy presidente de la República de un Estado laico. Yo no puedo imponer mis convicciones personales a mis ciudadanos, sino velar porque la ley se corresponda con el estado real de la sociedad francesa para que la ley pueda ser respetada y aplicada. Yo comprendo el punto de vista de la Iglesia católica y como cristiano la comparto. Juzgo legítimo que la Iglesia demande a los que practican su fe que respeten ciertas prescripciones. Pero no es la ley civil la que puede imponerlas… No he solicitado la respuesta de los papas por razones evidentes… pero les hice sentir un dilema, que era el mío, y que en la conciencia de mi función, tuve que resolver…”. La ley se aprobó el 20 de diciembre de 1974.”
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El miércoles 17 se publicaba la siguiente nota:
“Liberan a mujer acusada de aborto
Abogados de la Clínica de Interés Público, División de Estudios Jurídicos (CIDE), litigaron el caso de Alma Yareli, quien a los 25 años quedó presa en el penal de San Miguel Allende.
Después de pasar tres años en prisión, por haber sufrido un aborto espontáneo, Alma Yareli Salazar S. recobró su libertad, al ser absuelta del delito de homicidio en razón del parentesco, según el Ministerio Público.
Al no acreditar la autoría criminal de Alma Yareli en la perpetración del delito, el magistrado de la Décima Sala Penal Unitaria del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Guanajuato, Miguel Valadez Reyes, revocó la sentencia condenatoria de 27 años y seis meses de prisión, que había sido dictada por el Juez Primero Penal de San Miguel de Allende, en el proceso penal A-265/2007.
"Salió limpia, pues no había delito que perseguir; fue recluida injustamente. Nomás que a ver quién le regresa sus tres años de vida por estar presa en San Miguel de Allende", comentó Verónica Cruz Sánchez, directora del Centro Las Libres, quien explicó que del año 2000 a la fecha 160 mujeres fueron denunciadas por el delito de aborto en Guanajuato.
…La inculpada expuso que en octubre de 2007, en el tercer trimestre del embarazo se le vino el producto mientras estaba sola en su casa, perdió el conocimiento (y no pudo ayudarla), y cuando despertó vio que se trataba de una niña que había muerto. Asustada, envolvió el producto en una sudadera y lo abandonó en la vía pública, explicó Cruz Sánchez.
El proceso penal describe que el 22 de octubre de 2007, "fue encontrada una persona del sexo femenino, al parecer, recién nacida" junto a un carro de tacos en la calle Calvario del centro de la ciudad de San Miguel de Allende.
…El médico legista Gerardo Mendiola Guerrero, perito de la Procuraduría de Justicia, después de examinar el cuerpo de la bebé en su aspecto externo e interno, concluyó que la muerte fue por "hipotermia".
En su declaración procesal, Alma Yareli negó el homicidio. Refirió que para noviembre esperaba que naciera su hija, pero de forma imprevista se le vino el producto, perdió el conocimiento y no pudo ayudarla.
La directora del Centro Las Libres condenó el estigma social a las mujeres que tienen un aborto, la crueldad y el aislamiento con el que son tratadas en Guanajuato, y la carga moral de por vida.
Verónica Cruz Sánchez informó que recurrirá ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que atraiga los casos de seis mujeres guanajuatenses que abortaron espontáneamente, pero que fueron condenadas hasta 30 años de prisión por el delito de "homicidio en razón de parentesco".
Explicó que la liberación de Alma Yareli, tres años después de estar recluida, abre la puerta de la justicia a las seis mujeres que siguen presas.
"Ellas no cometieron ningún delito y les fabricaron la prueba para poder condenarlas; tampoco son responsables del delito de aborto, ni siquiera lo intentaron, fue un accidente".
Citó a las sentenciadas por sus apellidos: Moreno, de 18 años de edad; Alarcón, de 23 años; Frías, de 35 años; Montoya, de 19 años; Juárez, de 18 años, y Rocha, de 19 años. Todas ellas inocentes y que injustamente están en la prisión por la política de criminalización al sexo femenino por parte del gobierno de Guanajuato, dijo.
Verónica Cruz expresó que los jueces las sentenciaron a la pena máxima de 35 años de prisión y con el recurso de apelación en segunda instancia, la que menor castigo tiene es de 25 años de prisión.
El Centro las Libres documentó con cifras que de 2000 a la fecha 160 mujeres fueron denunciadas por el delito de aborto en Guanajuato, siete de estas condenadas por homicidio y nueve que están pagando una sentencia por aborto.
Cruz Sánchez denunció que "el abuso de poder de quien procura y administra la justicia (Ministerio Público y jueces) llegó a sus límites en Guanajuato, a la exageración, al abuso del derecho penal, querían penalizar a las mujeres por el delito de aborto y terminaron sentenciándolas por homicidio en razón del parentesco", lo cual agrava la pena.”
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Por cierto, este mismo lunes 19 de julio, se inauguró la Expo Bicentenario Guanajuato”, Conferencia Mundial de la Juventud, con la presencia de Felipe Calderón H. que dijo:“Qué mejor que esta tierra donde vio la luz nuestro movimiento
de Independencia, para tener esta Expo Bicentenario que nos
habla de nuestro presente y de nuestro glorioso pasado”
Guiándome por lo anotado en el presente post, sin duda Guanajuato va reflejando el pasado y el presente (al menos lo peor de ello), pero también sin duda, no representa en absoluto ni el futuro ni lo que el presente debería significar para nuestras hijas e hijos. Haciendo eco de lo dicho por el presidente Calderón, quizá sea el momento de nacer la independencia de ideas oscurantistas. Será bueno que en esa conferencia por la juventud piensen precisamente en la juventud.
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