sábado, 22 de mayo de 2021

Estado Terrorista de Israel vs Palestina

Estos últimos días han sido de dolor, de desesperación, y de impotencia.

El ESTADO TERRORISTA ISRAELÍ no ha parado de atacar e invadir Palestina.
Y muchos crédulos de este lado del océano ¡los apoyan!

"Pobrecitos israelíes que lo único que hacen es defenderse.
¡Cómo sufren masacrando palestinos e invadiendo su territorio!".

Espero que mil veces los israelíes cosechen ese dolor, esa desesperación y esa impotencia que de nuevo han vuelto a sembrar alegremente con el agrado del otro Estado Terrorista Estados Unidos de Norteamérica.


Es notable ver cómo los israelitas aprendieron del sonado “holocausto” (sí, entrecomillado, si a alguien no le parece, sinceramente es su problema, que aprenda historia y cultura).
Conocieron los horrores de los campos de concentración, y del exterminio simplemente por “ser diferente de los otros”.
Ahora (desde hace más de medio siglo) aplican brutalmente lo que aprendieron. Con complacencia de su socio, el Estado Terrorista de Estados Unidos de Norteamérica, intentan exterminar a los palestinos. Construyen un gran campo de concentración en el que mantener prisioneros a los palestinos.


El periodista israelí Danny Rubinstein, uno de los analistas mejor informados sobre el tema de los Territorios Ocupados, resumió de manera precisa la posición de Israel al inaugurarse la conferencia de Madrid. Escribió que, en Madrid, Israel y Estados Unidos accederían a alguna forma de «autonomía» palestina, como exigían los Acuerdos de Camp David de 1978, pero sería una «autonomía como en un campo de prisioneros de guerra, donde los prisioneros son “autónomos” para prepararse la comida sin interferencias y organizar eventos culturales».
¿Quién domina el mundo?, de Noam Chomsky
Contexto y consecuencias de los Acuerdos de Oslo


A los terroristas israelíes hay que reconocerles algo: su capacidad de convencimiento de la mayoría de la población occidental en base a su panfleto propagandístico La Biblia (que no digo que sea mal libro).

Apelan a la credulidad mal informada y/o ignorante de la población occidental, credulidad que engañosamente llaman fe.
“Si yo lo digo y yo lo hago, está bien, porque yo soy el bueno. No me cuestiones. Ten fe”.
¿Hay alguien que se trague esa píldora de ignorancia?

Si dios te ha dado la santidad de la razón, al igual que la santidad de tu cuerpo y fe (por usar los mismos argumentos del dogma cristiano que en su momento cuestionó Giordano Bruno) ¿Por qué no esgrimes esa razón?


Escuchemos las voces de todos los de aquel lado del mundo que esperan que Irán se arme con armas nucleares para ponerle un alto al Estado Terrorista Israelí.


Para muestra, un botón de la brutalidad del ESTADO TERRORISTA ISRAELÍ:

“Por ejemplificarlo con solo uno de los muchos casos que no fueron noticia ni suscitaron preocupación en Occidente: poco antes del estallido de la Intifada, un residente de un asentamiento judío cercano le disparó a una chica palestina, Intissar al-Atar, en el patio de una escuela de Gaza y la mató. El colono era uno de los miles de israelíes que se asentaron en Gaza con sustanciales subsidios del Estado, protegidos por una enorme presencia armada cuando tomaron la mayor parte de la tierra y la escasa agua de la Franja de Gaza para vivir «lujosamente en veintidós asentamientos en medio de 1,4 millones de palestinos indigentes», como describió el crimen el experto israelí Avi Raz.

El asesino de la alumna, Shimon Yifra, fue detenido, pero rápidamente lo pusieron en libertad bajo fianza, ya que el tribunal dictaminó que el caso no era «lo bastante grave» para exigir la detención. El juez comentó que al disparar su arma en un patio de escuela, Yifra solo pretendía asustar a la niña y no matarla, así que no era «el caso de un criminal que ha de ser castigado, disuadido y al que hay que darle una lección encarcelándolo». A Yifra lo condenaron a una sentencia suspendida de siete meses, y los colonos presentes en la sala empezaron a cantar y bailar. Y reinó el silencio habitual. Al fin y al cabo, era rutina.

Desde luego lo era: cuando Yifra fue puesto en libertad, la prensa israelí informó de que una patrulla del ejército disparó en el patio de una escuela de un campo de refugiados de Cisjordania e hirió a cinco niños, también con el único objetivo de «asustarlos». No hubo cargos y, una vez más, el hecho no recibió ninguna atención. Fue solo otro episodio en un plan de «analfabetismo como castigo», como lo denominó la prensa israelí; un plan que comprendía el cierre de escuelas, el uso de bombas de gas, golpear a estudiantes con la culata del rifle y no dejar que se prestara ayuda médica a las víctimas. Además de las escuelas, las órdenes del ministro de Defensa, Yitzhak Rabin, impusieron un reino de brutalidad que se hizo aún más salvaje durante la Intifada. Después de dos años de represión violenta y sádica, Rabin informó a los líderes de Paz Ahora de que «los habitantes de los territorios están sujetos a una intensa presión militar y económica». Al final, estarían «destrozados» y aceptarían los términos de Israel; como hicieron cuando Arafat restauró el control mediante el proceso de Oslo.

Las negociaciones de Madrid entre Israel y los palestinos del interior continuaron sin resultados concluyentes desde 1991, sobre todo porque Abdel Shafi insistió en poner fin a la expansión de los asentamientos israelíes. Los asentamientos eran todos ilegales, como habían determinado repetidamente las autoridades internacionales, incluido el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (entre otras resoluciones, la UNSC 446, aprobada por doce votos a favor, ninguno en contra y las abstenciones de Estados Unidos, el Reino Unido y Noruega). La ilegalidad de los asentamientos fue confirmada después por el Tribunal Internacional de Justicia. También la reconocieron las más altas autoridades legales de Israel y mandatarios gubernamentales a finales de 1967, cuando empezaron los proyectos de asentamiento. La criminal empresa contemplaba la inmensa expansión y anexión del Gran Jerusalén, lo que suponía una violación explícita de repetidas órdenes del Consejo de Seguridad."
¿Quién domina el mundo?, de Noam Chomsky
Contexto y consecuencias de los Acuerdos de Oslo


¿En realidad alguien de ustedes defenderá a bestias como estos israelíes?





viernes, 22 de enero de 2021

Raspberry Pi

Desde los primeros días del año me encuentro trabajando con mi nueva computadora (de placa reducida): una Raspberry Pi 4 modelo B que me trajo Santa Clos.

Las características de esta computadora son:
  • Procesador de 64bit de cuatro núcleos operando a 1.5 Ghz
  • 8GB de memoria RAM
  • Dos puertos micro HDMI (con capacidad 4K)
  • Dos puertos USB 2.0
  • Dos puertos USB 3.0
  • Un puerto Ethernet
  • Conexión por Wi-Fi y Bluetooth
  • Un puerto microSD
  • Puerto USB-C para alimentación de energía

Muy lejos de la versión Raspberry 3 (que como máximo incorporaba 4GB en RAM) y anteriores en cuanto a prestaciones y rendimiento (claro que hablamos casi de cosas distintas).

En este momento la tengo operando con una tarjeta microSD de 32GB, conectada por Wi-Fi a una red 5G.

Ha operado conectada a una pantalla HDMI full-HD de 24 pulgadas con resolución 1920 x 1080, y a un monitor VGA de 17 pulgadas (mediante un conversor HDMI a VGA) con resolución de 1280 x 1024. Ambos con una calidad excelente de visualización.

Opera sin ningún problema con ratón y teclado, tanto cableados como inalámbricos (conectados por bluetooth).

Con una arquitectura ARM, opera con Ubuntu (mate) sin ningún problema y con muy buen rendimiento (existe una versión Ubuntu gnome, y prácticamente cualquier sabor de Ubuntu, montando primero Ubuntu Core y después el escritorio preferido). Para la Raspberry ,Ubuntu gnome es reciente, no así mate que tiene más de un año ya.

Opera también con el sistema Raspberry Pi OS de 64bit, derivado de Debian, en este momento en versión beta con un escritorio LXDE (oficialmente en este momento existe solo la versión de 32bit). Me he inclinado a tenerla operando bajo este SO.



Bajo la arquitectura ARM también corre ArchLinux, y debe correr centOS (que a partir de febrero próximo será liberada la versión Red-Hat Linux Enterprise en substitución de centOS). Existe una versión también de openSUSE para la Raspberry. Mx Linux va sacando también una versión beta de su SO para la Raspberry, aunque creo que es de 32bit ya que es tanto para la Raspberry Pi 3 como para la Pi 4.

Entre los sistemas operativos clásicos, Manjaro tiene una versión de 64bits con arquitectura ARM, con escritorio xfce para la Raspberry Pi 4, y también Debian tiene una versión estable de 64bit para arquitectura ARM.

Hay más SO de fin específico para la Raspberry, y pienso que en el futuro próximo habrá más SO sin fin específico para la Raspberry.

Cuando instalé el SO Raspberry Pi se conectó por Wi-Fi sin problema a la red de 2.4Ghz, y una vez que se actualizó reconoció sin ningún problema la red 5 Ghz. No así con Ubuntu mate que solo reconoció la red 2.4 Ghz.

También por mencionar: la recepción de red Wi-Fi no es tan potente como la recepción a la que estoy acostumbrado (muy muy lejos, de veras lejos del módem tiene pobre recepción) (claro que no se puede pedir que una caja de cerillos funcione como un lanzallamas).

En este momento observo que aún faltan muchas aplicaciones que corran bajo este sistema Raspberry, pero no tantas como esperaba. No hecho de menos ningún programa. Para mis pocos requerimientos sólo instale el fire-wall (ufw y su interfaz gráfica), synaptic, qpdf (tiendo a desencriptar muchos pdf) (pocas veces los encripto), ffmpeg, xscreen-shooter, Firefox-ESR, una impresora cups-pdf (la requiero muy en específico), xsane, Gimp, LibreOffice y poca cosa más.

No he podido montar el cliente Mega. Este sí lo hecho muy en falta (existe una versión para 64bit que no he podido instalar por más que le he dado vueltas). Espero que en el futuro compongan este cliente.

Por sus puertos USB fluyen muy bien las pastillas de memoria que he conectado y los HD mecánicos que obtienen alimentación de energía por separado, no así los HD mecánicos en carcaza sin alimentación externa de energía (la Raspberry proporciona muy poca energía a sus puertos USB), reconoce también muy bien los HD de estado sólido (SSD).

No conozco mucho al respecto, pero entiendo que el futuro es la arquitectura ARM (Advanced RISC Machines) (muchas instrucciones pequeñas) en substitución de la x86 (pocas instrucciones grandes).

Ya sin mencionar su costo tan bajo al lado de sus prestaciones y rendimiento tan altos ¡Estoy encantado con la Raspberry operando como mi computadora personal!




Estado Terrorista de Israel vs Palestina

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